domingo, 28 de abril de 2013

Nos vamos a Asia.

Ya tenemos planeada la siguiente cena de A comerse el mundo. Y si os sorprendieron las curiosidades, los datos, y los personajes tan singulares que intervinieron en el descubrimiento de América. Preparaos para conocer a los españoles, más intrépidos, sagaces e interesantes que viajaron por el continente asiático. Fueron los primeros europeos en llegar a muchos enclaves, pero poca gente lo conoce. Uzbequistán, La India, Tibet, Japón...
Ha llegado el momento de que sus aventuras vean la luz.

¿Hay otro Madrid en Asia?

Con motivo de la próxima cena de A comerse el mundo, que versará sobre los descubridores de Asia. Os dejamos un interesante artículo que puede que os sorprenda, ya que por sorprendente que parezca... si, existe un Madrid en Uzbekistán, en las inmediaciones de Samarcanda, ¿Pero qué sentido tiene? ¿A qué época se remonta su origen?
Pues bien, como en muchos otros casos la razón se debe a un intrépido viajero. Hablamos de Rui González de Clavijo, un madrileño que como recuerda una placa conmemorativa vivió en la castiza Plaza de la Paja.


Este madrileño embajador de Enrique III (El Doliente) tuvo la nada sencilla misión de realizar una embajada hasta el actual Uzbekistán en busca de la corte del Gran Tamerlan. Sin embargo este insólito viaje tenía una razón de ser, que se remontaba unos años atrás, cuando otros dos embajadores castellanos; Payo Gómez de Sotomayor y Sánchez de Palazuelos, (gallego uno y posiblemente segoviano el otro) viajaron hasta la corte de Bayaceto I, líder indiscutible de los otomanos.

El miedo al avance turco por Europa fue lo que incitó al rey de Castilla a enviar aquella primera expedición, sin embargo las sorpresas que depara el destino hicieron que la embajada cambiase de rumbo a raíz el 20 de julio de 1402 cuando las tropas de Bayaceto El Rayo, mascaran el polvo ante la derrota que les propinaron un extraño pueblo venido de oriente, los mogoles.
Liderados por Amir Temür-lang, más conocido como Tamerlán, los mogoles suponían una alianza perfecta para el rey de Castilla. Un socio político con el que poco a poco ir estrechando el cerco a los turcos por oriente y por poniente.
La pericia diplomática de Gómez Sotomayor y Sánchez de Palazuelos les hizo cambiar rápidamente de objetivo y la embajada destinada en su origen a negociar con Bayaceto I pasó a ser una embajada al gran Tamerlán.
Ambas partes quedaron satisfechas con la idea de derrotar al enemigo común, acordando futuras embajadas que uniesen nuevos lazos entre castellanos y mogoles. Y así fue como en 1403 una nueva embajada capitaneada por el madrileño Rui González de Clavijo partió rumbo a Uzbequistán, donde tras un fascinante viaje por el Mediterráneo, Turquía, Siria... los castellanos llegaron a la impresionante Samarcanda. Una ciudad de ensueño donde pasaba sus últimos días el líder más emblemático de toda Eurasia.
La embajada castellana no llegó a tiempo y los planes se vieron truncados por la muerte de Tamerlan, sin embargo tan exótica misión fue apreciada por los habitantes de Samarcanda quienes en su imparable crecimiento urbanístico otorgaron el nombre de Madrid a una de las poblaciones aledañas a Samarcanda, y que por la deformación fonética de seis siglos hoy llaman Motrudí.

Miguel Zorita.

                                Samarcanda.









sábado, 6 de abril de 2013

"A COMERSE EL MUNDO" EN LA RADIO.

Hoy 6 de abril, Mar Romero en su programa "Mesa y Descanso" (Gestiona Radio) ha tenido el gusto de invitarnos para charlar de este proyecto histórico-gastronómico.
Seguro que disfrutareis de unos minutos de buena compañía y excelente conversación con Miguel Zorita (nuestro historiador de cabecera) y María Pérez (propietaria del Chiscón de Castelló).


Haz click aquí para oir el audio.